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Mostrando entradas de septiembre, 2012

La guerra en medio de los sueños de paz

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Iván Marino Ospina. A propósito del proceso de paz que adelantan el Gobierno y las Farc, m e tomé el atrevimiento de reproducir un relato de Jorge Iván Ospina, médico, ex alcalde de Cali e hijo de Iván Marino Ospina, uno de los comandantes históricos del M-19. Da  la dimensión de las implicaciones de la guerra. Jorge Iván tenía 20 años cuando ocurrió esto, cuando el proceso de paz en el gobierno de Belisario Betancur agonizaba y a dos meses y medio de la toma del Palacio de Justicia. Este es el relato: La paz es la victoria Jorge Iván Ospina. El tiempo, solo el tiempo logra borrar los momentos más difíciles, sin  embargo muchos de ellos se escriben con sangre y dejan huellas permanentes. Es difícil recordarlo con detalle. En ocasiones voy al apartamento en la unidad Santiago de Cali con el propósito de revivirlo y aunque allí están las mismas paredes y algunos de los muebles,   no puedo. El tiempo y la necesidad de borrarlo intentan ser más fuertes. Sabía

El cura Hoyos, a capa y espada

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Bernardo Hoyos, en los tiempos de alcalde de Barranquilla. Una tarde, en medio de la mierda que corría por una de las calles de la zona negra -en el sector de Rebolo, el más pobre de Barranquilla-, al padre Bernardo Hoyos Montoya le quedó claro que se quedaría para siempre en la capital del Atlántico. Fue en septiembre de 1986, era rector de la Universidad a Distancia y ya había expuesto su pellejo más de una vez, Nació en Belén de Umbría (Risaralda), es el menor de 14 hermanos de una familia cafetera y regoda. Fue al seminario salesiano en La Ceja, se ordenó en 1971, vivió más de 15 años en Brasil y fue perseguido por la dictadura. Estudió filosofía y letras, sociología y ciencias políticas, pedagogía, antropología cultural… Cuando estaba en la Armada. Volvió al país a comienzos de los 80 y en 1985 llegó a Barranquilla, de la que fue alcalde dos veces (1992-94, 1998-00) y senador (2002). Mejoró las condiciones de vida de los más pobres de la ciudad, pero lo enredaro

Tocan a la puerta de la paz

Por estos días, y ojalá cada vez lo interioricemos más, se volvió a escuchar y a leer la palabra PAZ. El proceso que han adelantado Gobierno y FARC de manera confidencial empezó a sonar fuerte y a esperanzar a muchos. Porque, quién no quiere la paz! Algunos seguramente que viven a costillas del negocio de la guerra. Pero ese no es el tema de ese comentario. A lo que voy es a que cada uno tiene una historia de violencia y muerte para contar: familiares o amigos desaparecidos o secuestrados o asesinados, desplazados de sus tierras o exiliados. La gran mayoría de los colombianos hemos vivido en un país en el que la guerra está a la orden del día, así algunos quieran borrar con palabras la existencia del conflicto armado. Y vale la pena apostarle a que desaparezca del diario vivir el corre corre de la confrontación armada. Se volverán a poner sobre el tapete temas que no se olvidan como la inequidad, las víctimas de la violencia, el negocio del narcotráfico, el desarme y la re