El precio del miedo

Detalle del atentado de este martes. Foto de EL TIEMPO.
Quienes hoy son mayores de 40 años y vivían en Bogotá hacia finales de los 80’s y comienzos de los 90’s se deben acordar de lo riesgoso que era la noche para quien estuviera en la calle.

Desde la sala de redacción de EL TIEMPO se escuchaba el eco de las explosiones, que podían ser tres por noche. Eran los tiempos en los que Pablo Escobar puso al país contra las cuerdas con el miedo en la mitad.

Muchos civiles murieron en ese entonces. Está en la memoria la imagen del abuelo que dejó a su nieta dentro del carro, en las afueras del Centro 93 mientras hacía una diligencia. Después del atentado, no encontró ni a la niña ni al carro. Con ella murieron 10 civiles más y 218 quedaron heridos, ese 15 de abril de 1993.

Fernando Londoño.
Por eso, el impacto que puede tener en la ciudadanía lo ocurrido ayer debe preocuparnos a todos.

¿Quiénes fueron? Las hipótesis son variadas y según el punto de vista de quienes las expongan. Que la extrema derecha, que la extrema izquierda, que cualquiera.
Algunos amarran el atentado a Londoño con el tercer intento para votar en la Cámara el proyecto del marco legal para la paz, que sí pasó anoche en la votación. Otros dicen que tiene que ver con el oficio periodístico del exministro.

Cualquiera sea la causa, es responsabilidad de las autoridades apurar las investigaciones para saber de dónde salió el acto terrorista y no enredarse en especulaciones. Muy bien que el presidente Santos no las alimente.

Francisco de Roux, S.J.
El padre Francisco de Roux, provincial de los jesuitas en Colombia y quien ha trabajado por convicción con comunidades afectadas por la violencia, fue tajante en su reacción.  "El camino de la violencia, de la destrucción del ser humano nunca nos llevara a ninguna parte. Nunca permitirá resolver entre nosotros los embrollos que nos puedan conducir a la paz. Solo podemos construir si nos respetamos entre nosotros", nos dijo anoche.

De Roux ha sido blanco de críticas por parte de Fernando Londoño por su labor humanitaria. Y precisamente, el sacerdote jesuita indicó que "la paz se fundamenta sobre el respeto a las personas y lo que ha ocurrido es contrario. Fernando Londoño Hoyos ha sido un hombre frentero, tiene su punto de vista, pero tenemos que respetarnos todos, escucharnos los unos a los otros".

El jerarca de los jesuitas en Colombia también se refirió al impacto que tiene el hecho terrorista sobre la gente. "Es volvernos a colocar en el horizonte del terror, de la incertidumbre, del miedo generalizado. Precisamente en un momento en el que sentíamos que estábamos saliendo en otra dirección", señaló.

A su juicio, el momento requiere una opinión pública fuerte, porque "de donde venga (el atentado) viene de gente que quierte la guerra, que quiere que nos odiemos, que nos confrontemos los unos a los otros. Y eso no nos lleva a ninguna parte".

Por eso, con la verdad de lo ocurrido este martes se despeja el camino frente a lo que se le quiere atravesar a la paz y la gente podrá saber de dónde viene el intento de causarle miedo y de recluirla temprano en casa.

El problema es de todos. ¿Usted qué opina?

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