Cómo contar una historia


La capacidad de comunicar por medio de un escrito no debería ser un privilegio, sino algo propio de la condición del ser humano. Aún más, elemento importante para quienes tienen contacto con los fenómenos socioeconómicos a partir de la necesidad de reportarle a alguien o a alguna institución de qué se trata.
Por eso, es importante brindar herramientas elementales para asegurar que la información importante que se surte a diario en proyectos diversos sea eficazmente transmitida.Uno de esos aspectos cotidianos con los que se encuentran las personas es la vida misma de las comunidades y sus integrantes. Y no son solo ellos, sino su entorno los que se deben tener en cuenta a la hora de presentar informes que se requieran para entender integralmente las realidades.
En términos periodísticos, la manera de contar esas historias se denominan géneros. Para el caso que nos ocupa hay dos géneros que bien podrían tenerse en cuenta: el reportaje y el perfil. Habitualmente, este último tiene que ver con aquellos relatos o escritos que se refieren a una persona en particular. Es un retrato escrito. Por ejemplo, si queremos contar quién es James Rodríguez, acudimos a detalles de su vida, su forma de pensar, su sentir, sus características personales, su comportamiento, etcétera. Se acude a personas que lo conocen muy de cerca para tener una idea más completa del personaje. Se tiene en cuenta el entorno en el que nació, en el que vivió y en el actual.
En el caso del reportaje, se emplea para contar historias de comunidades, de situaciones concretas, de fenómenos sociales, etcétera. Es muy importante la observación de los detalles. Se ponen en funcionamiento todos los sentidos al servicio del relato y se tienen en cuenta cifras, antecedentes y otros aspectos que enriquezcan la historia.
Todo esto suena muy sofisticado, pero es más elemental de lo que parece. En realidad, nos pasamos contando historias de vida, haciendo reportajes y perfiles, pero de manera verbal. 
Detengámonos a pensar lo que hacemos diariamente cuando llegamos a casa. Nos preguntan: “¿Cómo te fue?, ¿qué hay de nuevo?”. Ahí está la clave, en la palabra NUEVO. Siempre lo que hacemos es contar NOVEDADES. Contar lo que habitualmente hacemos no resulta atractivo para nosotros, ni para nuestro interlocutor. Lo que relatamos es lo raro que ocurrió en el día.
Lo otro que hacemos es contar detalles. ¿Qué ocurre cuando le contamos a alguien sobre una película que acabamos de ver? DETALLES. Contamos acciones: Habló, se cayó, durmió, saltó, se enamoró, bailó, lloró, festejó…
Hasta ahora llevamos dos aspectos importantes: que sea novedoso y que tenga detalles. El tercer elemento tiene que ver con la herramienta o la forma que empleamos para enterarnos de lo que sucede. Cuando estamos interesados en algo, ¿qué hacemos? PREGUNTAR. Es la manera más elemental de conocimiento. Si a algún amigo le ocurre algo novedoso lo que hacemos es interrogarlo hasta en el menor de los detalles para quedar bien informado sobre lo ocurrido. Cada cual tiene su forma de preguntar.
El cuarto elemento es OBSERVAR. Cuando contamos, por ejemplo, lo que ocurrió en un accidente de tránsito lo que hacemos es precisamente acudir a la observación, que implica guardar detalles en nuestra memoria. ¿Cuántas veces hemos ido a fiestas y somos capaces de contar cómo estaba vestida la anfitriona o el anfitrión o cómo estaba arreglado el salón?¿CÓMO CONTAR HISTORIAS DE VIDA?Tenemos el propósito de contar historias de vida relacionadas con nuestro entorno o con contextos con los que nos encontramos circunstancialmente. Es una maravillosa manera de mostrar lo que vemos, oímos y sentimos. 
Para contar esas historias los invitamos a acudir a los cuatro elementos que hemos mencionado: Observación Novedad Detalles Preguntar
El primer paso es identificar aquellas historias que nos resultan sobresalientes, ejemplarizantes. Es decir, que están por encima de otras y tiene un alto valor para el objetivo que buscamos. Hay está implicada la NOVEDAD.
De ahí en adelante emplearemos OBSERVACIÓN y DETALLES y acudiremos a PREGUNTAR para tener la información que requerimos.Lo que queremos es que nos cuente esa o esas historias de vida respondiendo los siguiente: 
¿De quién se trata? Es la persona, familia, grupo o comunidad que nos llama la atención. Importante contar detalles de su condición: edad, género, nivel educativo, etcétera.
¿Por qué nos llama la atención? Es la razón de aquello que de una u otra manera nos sorprende. 
¿Qué nos llama la atención? No es lo mismo que la pregunta anterior. Tiene que ver con aquello que hace diferente a ese personaje de otros: cocina como los dioses, es un gran bailarín, habla de una manera convincente, es un líder innato…
¿Cómo es su entorno? Es en parte las condiciones sociales y económicas en las cuales vive. Son las características de dónde vive.
¿Cuál es la cifra que más identifica a este personaje? Puede ser la edad, los ingresos,el número de hijos. No se puede olvidar que es la NOVEDAD lo que nos permite determinar ese dato.
¿Qué dice el personaje? Importante preguntarle por su vida, sus sueños, sus logros, sus frustraciones.
Debe advertirle al personaje o a los personajes que su historia se hará pública, que le tomará algunas fotografías sobre su cotidianidad.
¿Y cómo escribimos esas historias? Libremente. Si les parece más cómodo, responda cada una de las preguntas que se plantearon anteriormente. Si les parece mejor, grabe esas respuestas con la herramienta de grabación de su celular. No hay límite de tiempo. Lo importante es que esa historia tenga muchos detalles. Cuéntela como cuando va al cine y al llegar a casa le preguntan: “¿Y qué pasó en la película?”. Después desgrábela y mejore lo que corresponda.

Así se cuenta una historia.

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