El 9 de abril no es un día cualquiera
Jorge Eliécer Gaitán. |
Es inevitable ignorar en esta fecha el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, que aceleró una violencia que se cocinaba desde los partidos tradicionales. Y no se puede olvidar porque la ofensiva de muerte dejó centenares de miles de desplazados, de muertos, de viudas y de huérfanos.
Son las víctimas de referencia más lejana de las generaciones de hoy, pero sin duda lo ocurrido generó un país de colonizadores en zonas hasta entonces prácticamente deshabitadas. Por eso, al hablar de víctimas del conflicto armado no podemos circunscribirnos a las más recientes de paramilitares, guerrilleros y Estado.
Tal vez la incredulidad sobre la efectividad de un acuerdo en La Habana pasa por más de 60 años de promesas incumplidas, de masacres, de traiciones, de violaciones a los derechos humanos, de despojo en el campo, de corrupción en el Estado, de desigualdad, de violencias sin ningún freno.
Que levanten la mano quienes no tienen en su familia o en carne propia un rastro de violencia por el conflicto armado.
Por eso, el 9 de abril como día para recordar y solidarizarse con las víctimas de la guerra no puede ser un hecho de algunos sectores. Es de todo el país. El verdadero sentido está en no olvidar lo ocurrido y proponerse desde los hogares expulsar de la cotidianidad a la violencia para que nunca se repita la historia.
@fernandomillan
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