Al fin, ¿cuál fue el que descendió?
Muy campantemente, la página oficial del Deportivo Cali anuncia que la institución se prepara este año para cunplir los 100 años. Y en el primer pantallazo muestra una selección de las figuras más rutilantes que dejaron huella en el equipo.
Hasta ahí todo bien. El desprevenido lector podrá decir que qué maravilla que un equipo de fútbol llegue al centenario. Pero quien sabe del tema no dejará de sorprenderse. En medio de la peor crisis en años (tal vez desde cuando Gorayeb, Bitar y Grinberg resucitaron al equipo) pensar en celebraciones parece un chiste. Y si no me creen, miren estas razones:
- No hay presidente. Fernando Marín renunció y quien debería remplazarlo está fuera del país.
- Como no hay presidente, las decisiones están bloquedas.
- Como las decisiones están bloqueadas, todos (jugadores y cuerpo técnico) no tienen claridad sobre su inmediato futuro.
- Hay jugadores como Andrés Pérez, uno de los más rendidores, no ha renovado el contrato. Se queda por que quiere.
- La falta de presidente hace que, por ejemplo, jugadores como Héctor Quiñones, figura de la cantera y de la selección Sub 20, decida irse para el Junior.
- El técnico Rubén Darío Insúa pidió nueve refuerzos y como van las cosas en lugar de sumar en nómina perderá en jugadores (se van Belalcázar, Quiñones, Tapia, Burbano, Martínez...).
- Para el 20 está programada una Asamblea para resolver quiénes se quedan con el mando administrativo del equipo.
- No está claro si los nuevos directivos ratifican a Insúa en la dirección técnica.
- El torneo empieza el 28 de enero y por lo que ocurre con los directivos, el panorama es poco alentador.
Lo que debe quedar muy claro es que los que lleguen a la Junta Directiva deberán pedir una investigación a fondo para establecer quiénes son los responsables de la crisis del equipo. Quiénes, en últimas, tiraron por la borda una celebración centenaria.
Hasta luego.
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