“Las mujeres de las Farc no nos vamos a quedar en la casa”: Olga Marín


Olga Marín. Foto: Carlos Ortega
(Este reportaje fue escrito a propósito de la Décima Conferencia de las FARC, que se realizó en los Llanos del Yarí, Caquetá, que se realizó entre el 17 y el 23 de septiembre de 2016).

Olga Marín es  una de las mujeres con mayor liderazgo en las Farc y no deja de pregonar que lograron equiparar la carga de responsabilidad con los hombres.

El miércoles la encontramos caminando por fuera del recinto en el que se realizaba la Conferencia de las Farc. Estaba cumpliendo 55 años, de los cuales lleva 35 en el grupo insurgente. Nació en Armenia y aquí en las Sabanas del Yarí ha hablado del papel en la mujer dentro y fuera de casa. Habló también con este  diario de lo que hicieron para ganar peso en la organización.

¿Qué va a pasar con los guerrilleros muertos?
Estamos tratando de ubicarlos, dónde están enterrados. Estamos en esto de recuperar a toda la gente y poderle dar la mayor información posible a las familias. Más o menos sabemos dónde están ubicados y hay que rescatarlos.

¿Se han puesto un límite de tiempo para esa búsqueda?
Tenemos tantas cosas para hacer. Pero tenemos la voluntad de hacerlo y seguramente de la Conferencia saldrán los lineamientos y las comisiones que se encargarán de cada una de las cosas que tenemos que hacer.

Y lo otro es informarles a las mamás o a las familias de ellos.
Eso sería lo mejor. Tenemos que encontrar a toda la gente y que sepan todo lo que ha pasado.

¿Cuántos pueden ser?
Eso es muy difícil, pero se está averiguando. Yo no sé si tu sabes, pero el famoso ‘Paisa’, el comandante Óscar, del que tanto se ha hablado de él en mal sentido, sin embargo él tenía el cementerio de los compañeros y se preocupó por eso, que es una tarea impresionante.

¿Cuál es su propuesta en cuanto a la crianza de los niños?
Ahora estamos firmando un acuerdo con el que estamos construyendo la paz. Nosotros invitamos a la población para que nos unamos a eso. Tenemos que crear mejores condiciones para todos, para niños y niñas. Nosotros decimos que tenemos que salir a trabajar pero hay que crear lugares donde puedan  estar los niños en buenas condiciones para que las mujeres y los hombres podamos dedicarnos también a esa construcción de la paz. La gente nos dice: ¿Y las mujeres se van a ir a las casas? No. Lo que cambiamos fue la forma de lucha, pero el objetivo sigue.

¿Eso es lo que no quieren que ocurra con las mujeres de las Farc?
Planteamos eso para todas las mujeres del país, pero inicialmente somos nosotras. La pregunta que no nos hacen es qué van a hacer las mujeres. Seguro se van a crear las familias, queremos estar en pareja, tener hijos. Eso es lo más normal. ¿Pero nos vamos a ir a quedarnos en la casa? No. Entonces lo que planteamos es crear las condiciones para que las mujeres podamos como los hombres ir a trabajar. Lenin hablaba cuando recién la revolución que había que generarle condiciones a las mujeres. Ahora no es a las mujeres. Es a la familia, entendiendo que los hombres también tienen que participar en ese proceso.

¿Cómo fue el forcejeo dentro de las Farc para contrarrestar el machismo?
Es un proceso muy largo. Poco a poco las mujeres hemos ido ganando espacios al interior de la organización porque hemos ido aumentando la cantidad de mujeres, también las mujeres con mayor nivel, y porque la organización se va abriendo. En la medida en la que vamos creciendo, en la que vamos llegando a la población, a los distintos sectores, simplemente la realidad hace que tengamos que cambiar. Y hay ahora en la organización una muy buena disposición. Nosotras empezamos desde abajo lanzar propuesta hacia arriba y arriba nos las aceptaron muy rápido. Ahora viene el proceso en todos los escalones de que la gente cambie el concepto. En esta Conferencia nosotras estamos impresionadas con el cambio que se ha dado, el lenguaje, es impresionante. Pero no es el lenguaje ficticio, ese de “estamos saludando a todas y a todos”. Si no que usted ve durante todo el transcurso de la intervención que están hablando que tenemos que hacer los proyectos para hombres y mujeres, que tenemos que tener en cuenta a las campesinas y campesinos. Ya no es cosa solo del saludo, sino que se nota que hay una profundización del tema y eso para nosotras es importantísimo.

¿Cómo han asumido los hombres que las mujeres les den órdenes?
Eso es difícil pero eso se va ganando en la medida en que uno va mostrando que tiene también capacidades y que lo puede hacer. Como en cualquier agrupación humana, cuando tu compartes saberes simplemente la realidad hace que tengan que cambiar. Entonces cuando las mujeres empiezan a dar órdenes y saben hacerlo, pues los muchachos se acomodan fácilmente. Y los que no se acomoden llevan del bulto porque la mayoría los aplasta.

Y también ha habido mayor preparación de ustedes.
Sí. Ahora las mismas muchachas están proponiendo que quieren estudiar más, que quieren que las tengan más en cuenta en las escuelas. Ya ellas pasan al frente y aquí ustedes se dan cuenta que no son figuras decorativas.

¿Cómo han reaccionado ante la posibilidad de formalizar sus saberes?

Están felices porque todo el tiempo que han sido enfermeras y que ese trabajo a veces ve como secundario ahora están felices porque van a homologar sus títulos. Hay una por allá en el occidente, que se llama Jenny, es una mujer autodidacta y los muchachos le dicen ‘La doctora’. Y usted le pregunta lo que sea de medicina y ella le resuelve.


Fernando Millán C.
@fernandomillan
Enviado Especial

Sabanas del Yarí (Caquetá)

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