"Los bogotanos se sienten tumbados": Hollman Morris


El proceso para decidir si se va a las urnas para saber si la ciudad revoca el mandato al alcalde mayor Enrique Peñalosa parece entrar en la recta final.
El concejal Hollman Morris, del Movimiento Progresista.
El concejal Hollman Morris, del Movimiento Progresistas que lidera el exalcalde Gustavo Petro, es uno de los promotores de la revocatoria del mandatario distrital.

En esta entrevista responde varias de las preguntas que se hace la ciudadanía y otras de quienes se oponen a la revocatoria.

El alcalde Peñalosa dijo en estos días que detrás de la revocatoria hay un proyecto político tipo Venezuela. ¿Qué opina?

Es un invento uribista. Me parece equivocada y contradictoria esa afirmación, porque si el castrochavismo, como ellos lo ven, es la restricción de garantías, lo que está haciendo Enrique Peñalosa y todo su entorno es tratar de abolir la revocatoria.

¿Qué pasa con las encuestas, que no favorecen al Alcalde?

Nos recuerdan que Bogotá es una capital de opinión y que el bogotano no traga entero. Hoy las encuestas en Bogotá las gana Gustavo Petro. Bogotá le está pasando la cuenta de cobro a Peñalosa y no era cierto que Bogotá estaba en el peor escenario. Además, lo único que tiene para mostrar son obras de la Bogotá Humana. Por ejemplo, el cable de Ciudad Bolívar, diseñado, contratado y financiado por la Bogotá Humana. Se estudió y licitó con el nombre Metrocable porque obedecía a una proyección con el metro subterráneo. Peñalosa, muy falto de delicadeza, le pone TransMiCable. Hay una intención permanente de borrar toda la ejecución de la Bogotá Humana creyendo equivocadamente que así se construye una ciudad. Eso es falta de gerencia. La segunda obra es el coliseo de conciertos, diseñada, ejecutada, financiada, licitada por la Bogotá Humana. Inclusive se había visualizado como un gran centro cultural y allí se había conseguido el lote de la Orquesta Filarmónica. A esta administración le correspondía sacar adelante la infraestructura. Sin embargo, se quedan con un terreno para meterlo en parqueaderos. Y la otra obra que por estos días muestra el alcalde es la longitudinal de Bosa, otra obra financiada, proyectada por la Bogotá Humana. Y sin embargo se empecina en decir que no le dejaron nada, que no hubo nada. Y lo que le está diciendo Bogotá es “no nos crea idiotas, no nos diga mentiras” y sobre todo, esta ciudad se construye sobre lo construido, no destruyendo lo que se venía construyendo.

Cuando menciona a Petro los que se oponen a la revocatoria dirán que el tema se reduce a la disputa entre petristas y peñalosistas.

Obviamente en Bogotá hay petrismo. Pero la revocatoria también la están pidiendo demócratas independientemente de los petristas. La están pidiendo los ambientalistas, los animalistas, los jóvenes grafiteros que se han sentido maltratados por las políticas de Peñalosa.

¿Cuál es la percepción de la gente?

El bogotano en el fondo lo que siente es que lo engañaron, porque nunca le dijeron que iban a vender la Empresa de Teléfonos de Bogotá, ni que iban a urbanizar la reserva Van der Hammen. Si en su campaña a la Alcaldía Enrique Peñalosa lo hubiera dicho y Bogotá vota por eso, hoy no tendríamos nada que hacer con la revocatoria. Pasó lo mismo con el metro. En los debates frente al metro subterráneo dijo “recojo los estudios, los analizo y algunos tramos  serán elevados”. ¿Qué fue lo que hizo? Bogotá entendió durante la Bogotá Humana que estábamos frente a los mejores estudios de metro y a un proyecto de ocho años. Bogotá entendió que este señor los echó a la basura por un capricho personal, por una obsesión y, lo lamentable, quizás por un negocio.

¿Cuáles son los siete pecados capitales de Peñalosa?
El alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa.

Primero, destruir sobre lo construido. Segundo, desconocer que aquí había unos proyectos y una ciudad planeada que él tenía que ejecutar, obviamente, poniendo lo de su propia cosecha. Tercero, botar a la basura el metro subterráneo. Cuatro, convertir al Esmad en su oficina de atención al ciudadano. Quinto, un profundo desconocimiento de la ciudad en lo que tiene que ver con vendedores informales y desconocer la sentencia de la Corte. Sexto, desconectar por completo la ciudad del tema de la paz. Séptimo, una ciudad totalmente desconectada del cambio climático, el tema más importante de amenaza contra la humanidad. Si fuera de otra forma no estaríamos debatiendo la urbanización de la reserva Van der Hammen,  sino por el contrario en ese modelo de ciudad que Naciones Unidas en su momento aplaudió en Medellín, en esa cumbre ONU Hábitat Mundial cuando se presenta el proyecto de la reserva ambiental urbana más importante de América Latina, la reserva Thomas Van der Hammen, pues Bogotá se ganó un sitio y podía convertirse en ícono de ciudad que en el siglo XXI combatía efectivamente el cambio climático. Hoy Bogotá es la segunda ciudad más amenazada por el cambio climático.

Los enemigos de la revocatoria critican el costo de ir a las urnas.

La democracia nos ha costado, cuesta y nos va a seguir costando. La revocatoria es un mecanismo que empodera al ciudadano. Revocar un mal gobierno cuesta. Y eso lo que hace al final del día es fortalece y cualificar nuestra democracia. Entonces, bienvenido el costo.

También dicen que la revocatoria paraliza la ciudad.

No es detener a Bogotá. Si continúa el modelo de ciudad de Peñalosa se va a quebrar a Bogotá, que está en el máximo de endeudamiento. Estará en contravía de los modelos de ciudad con desarrollo sostenible que ha proyectado ONU Hábitat. La competitividad de las capitales en el mundo se mide por su movilidad y Bogotá no es atractiva y eso nos está rezagando. Por eso digo que la revocatoria es esperanza. Es la posibilidad de metro subterráneo, de lucha contra el cambio climático y de preservar el patrimonio público que representa la ETB.

¿En qué va el proceso de revocatoria?

Como es su derecho, Enrique Peñalosa pidió revisión de las firmas. Entendemos que en esta semana se cumple el plazo y la Registraduría tendrá que pronunciarse sobre cuántas firmas quedaron habilitadas. Si se sobrepasan las 274 mil hay revocatoria. Estamos convencidos de que la próxima semana hay fecha para convocar elecciones.

¿Queda otra instancia?

No. 

¿Cómo analiza los tropiezos que ha tenido este proceso de revocatoria?

Proteger a Enrique Peñalosa a costa de saltarse la Constitución, que es lo que están haciendo con el Consejo Nacional Electoral, va a llevarnos a un escenario terrible de la democracia. Todos los poderes por encima de la ley protegiendo a Enrique Peñalosa por encima de todo le va a salir muy caro a la democracia colombiana. Están protegiendo a un alfil de la clase política tradicional, corrupta, de este país, porque Peñalosa no es sino la expresión del liberalismo, del Centro Democrático, de Cambio Radical, de los partidos más comprometidos profundamente con la corrupción. Ellos saben que dejar caer a Enrique Peñalosa es el inicio del proceso de revocatoria de la clase política en este país que se va ver reflejado en las elecciones del 2018.

¿Qué pasa si no pierde Peñalosa?

Lo más importante si llega a ganar es que se ha surtido un ejercicio democrático y se ha respetado la Constitución y la figura de la revocatoria. Creo que ese es el debate, independientemente del resultado. Fortalece la cultura política. Si gana Peñalosa no habrá futuro para Bogotá, lamentablemente.

Si en la revocatoria le va mal a Peñalosa, ¿qué sigue?

De inmediato se convoca a elecciones atípicas para un periodo de dos años.

¿Ha tenido garantías como opositor?

De 45 concejales, solamente seis nos hemos declarado en oposición y nos preguntamos si tenemos garantías. Llevamos un año de ejercicio en el Concejo de Bogotá, donde en el primer año no se me programó en el primer semestre un solo debate de control político. ¿Tenemos garantías cuando desde diferentes tribunas se nos criminaliza el ejercicio de la oposición? ¿Hay garantías cuando se dice que el proceso revocatorio es solamente odio contra Bogotá y azuzan a la opinión pública para que en la calle nos matoneen? 

(*) Publicado en el diario ADN el 4 de febrero de 2017.

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