Gustavo Petro, personaje del año en Colombia

La espada de Simón Bolívar fue protagonista el 7 de agosto,
durante la histórica posesión de Gustavo Petro.

     El domingo 19 de junio de 2022 pasó a la historia por la victoria de Gustavo Petro como presidente de Colombia, convirtiéndose en el primer candidato de izquierda que en Colonbia logra esa posición en más de dos siglos. Ganó junto a Francia Márquez, primera afrocolombiana en ocupar el cargo de Vicepresidenta. 

La sola victoria electoral es suficiente para darle al líder del Pacto Histórico el reconocimiento como Personaje del Año en el país, pero lo cierto es que consolidaron esa circunstancia los hechos posteriores y lo que representa para el país en términos de cambio en muchos ámbitos de la vida nacional.

Incluso, el mismo momento de la posesión, el 7 de agosto, en la Plaza de Bolívar, marcó varios símbolos que representan al nuevo gobierno. Uno de ellos, la presencia de la espada de Simón Bolívar, la misma que el M-19 sustrajo de la Quinta de Bolívar el 17 de enero de 1974. También sobresalió la presencia del pueblo en la Plaza de Bolívar y en otros espacios del centro de Bogotá presenciado ese momento trascendental en la vida política del país.

Petro no solamente venció a Rodolfo Hernández, el rival de derecha en la segunda vuelta, sino que le arrebató el poder a una clase política que dominó el escenario electoral y las altas posiciones del Estados por más de 200 años. A esto se sumó la victoria en las elecciones legislativas, logrando por primera vez la mayoria de curules en Senado y Cámara, bajo el Pacto Histórico y otros partidos de izquierda y de centro. 

El senador Iván Cepeda ha sido determinante y es un escudero importantisimo de este momento histórico. Coherente, serio con los argumentos y comprometido. Es una garantía de ética, idoneidad y visión. Cepeda es el arquitecto de todo lo que tiene que ver con la paz. Tiene claro para dónde va el Gobierno y la dimensión de las reformas que se requieren. Después de Petro es quien mejor interpreta el significado, la trascendencia y lo que se debe articular para lograr el cambio:  Un viraje drástico a lo que se venía haciendo. Nada fácil, pero es lo que le da sentido a lo hecho y lo por hacer.

Lo de Petro y el Pacto Histórico es el fin de un manejo frustrado de la política para las inmensas mayorías, principales víctimas de la ineficacia, la corrupción, las diferentes violencias regionales y el abandono del Estado. 

La victoria de Petro y del Pacto Histórico no se quedó en las cifras. Ha trascendido por la convicción y las acciones para buscar la paz total y cumplir con la implementación del Acuerdo Final con las extintas FARC, además de contar con el apoyo irrestricto de la comunidad internacional. Significa una mirada progresista al manejo del Estado, a la habilidad para empezar a lograr la reformas de fondo que pongan a las colombianas y colombianos en el camino del bienestar. Es ponerle punto final a la doctrina del enemigo interno. Es despojar de privilegios a quienes dominan el poder económica, que ha movido los hilos del poder político.

Ha implicado el compromiso real por combatir los factores del cambio climático. Significa el regreso al multilateralismo en las relaciones internacionales, recuperar los vínculos con Venezuela y lo que representa para millones de colombianos y venezolanos que viven en la frontera y de la dinámica limítrofe.

Petro escogió a Luis Gilberto Murillo para ser el embajador en Estados Unidos. Decisión acertada por las excelentes relaciones de Murillo con políticos y organzaciones de ese país, por su conocimiento profundo de lo que implica Washington para Colombia y la región, por su formación y por el trabajo que ha adelantado en estos meses para recomponer la maltrecha imagen del país allá. Además, por los temas de alto calibre que son los propósitos centrales de este gobierno: Cambiar la fracasada política antinarcóticos, lograr el apoyo de Estados Unidos a la paz en Colombia, ser aliados en la lucha contra el cambio climático, tener unas relaciones equitativas, ser un real vocero de las necesidades de los colombianos que viven allá...

No es de poca monta el protagonismo de la mujer en los altos cargos del Gobierno y en la bancada en Senado y Cámara. Se creó el Ministerio de la Igualdad y la Equidad, que estará a cargo de la vicepresidenta Francia Márquez. Hay liderazgo para el fortalecimiento de la diversidad cultural como factor de reconocimiento de lo territorial y de la inclusión en todas sus expresiones.

También ha sido importante la coalición amplia, en contravía del sectarismo reciente y pasado. Además, se ha hecho realidad la inclusión de sectores antes relegados de las decisiones del Gobierno, como es el caso de líderes indígenas en altos cargos del Estado. Petro integró un Gabinete de lujo, con representantes de distintos partidos políticos, pero también con personalidades de la justicia´y de la lucha contra la corrupción, como Iván Velásquez, ministro de Defensa. 

Entre otros, están Álvaro Leyva, en relaciones exteriores; Alfonso Prada, en el Ministerio del Interior; Cecilia López, en Agricultura; José Antonio Ocampo, en Hacienda; Néstor Iván Osuna, en Justicia; Carolina Corcho, en Salud; Alejandro Gaviria, en Educación, y Susana Muhamad, en Ambiente. Ellas y ellos son clave para responder por los retos que tienen sus sectores para cambiarle el rostro al país. El prestigio y reconocimiento que tienen les garantiza una gestión a la altura de las expectativas.

La lista de logros en estos primeros cuatro meses de Gobierno es extensa. Desde la aprobación de la Reforma Tributaria y la Ley de Paz Total como politica de Estado, hasta el inicio de la mesa de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional y los contactos con las disidencias de las FARC que no hicieron parte del proceso de paz y aquel sector que firmó el Acuerdo pero volvió a la guerra. Y los contactos para el sometimiento a la justicia de bandas criminales que tienen contra las cuerdas a muchos territorios en el país. 

No se puede olvidar el acuerdo con Fedegán para comprarle 3 millones de hectáreas de tierra para la reforma rural integral. Y el nombramiento de José Félix Lafaurie, presidente de ese gremio y reconocido líder uribista, para hacer parte del grupo del Gobierno en la mesa de negociación con el ELN. Hay respeto y garantías para la oposición, lo que no ocurria cuando el poder estaba en quienes perdieron las elecciones en el 2022.

Y desde el primer día se han revisado a fondo los malos manejos del Estado para enderezar el desangre de recursos y la ineficacia por cuenta de la corrupción.

La tarea no es fácil. Se han cometido errores y se han corregido. Faltan muchos nombramientos en cargos importantes. Y aún siguen enquistados funcionarios que dejó el expresidente Iván Duque, quien además dejó "raspada la olla" de los recursos.

Pero sin duda se ha avanzado y el tren del Gobierno y del Congreso no se detiene.  

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