'Yo no reacciono en caliente': Oscar Iván Zuluaga

Oscar Iván Zuluaga.
Oscar Iván Zuluaga tiene la misión de hacer un gobierno similar al del jefe máximo del Centro Democrático. Es el candidato que se aparta del actual modelo de negociación con las Farc, objetivo militar del expresidente. ADN lo entrevistó antes de estallar el escándalo que enfrentó a las campañas de Zuluaga y Santos.

¿Qué pasará con la negociación en La Habana si usted es presidente?
Me posesiono y decreto una suspensión provisional de las conversaciones en La Habana. Le doy una semana de plazo a las Farc para que decida. Si quiere continuar con una paz negociada tiene que suspender toda acción criminal. Y esa suspensión tiene que tener verificación.

En el mundo, ¿qué modelo de negociación parecido al que usted plantea ha sido exitoso?
Muchos. Aquí por ejemplo con el M-19. Se desmovilizaron en una zona y ese fue un proceso exitoso. En Colombia hay un componente que no hay en otros lugares del mundo: las Farc son el principal cartel del narcotráfico del mundo.

Pero eso desconoce el papel de los paramilitares, que verdaderamente manejan el negocio.
Los paramilitares se desmovilizaron. Hoy lo que hay son bandas criminales, donde está lo peor...

Que son los mismos paramilitares.
Ahí hay de todo. Los paramilitares están, unos extraditados, otros están pagando cárcel. Hay un grupo que se reinsertó a la vida civil, y hay otro grupo que reincidió y constituyeron una estructura criminal que son las bandas criminales. A ellos hay que caerles con todo el peso de la ley.

Pero con las estructuras de apoyo que tenían de políticos, militares, empresarios, nunca pasó nada…
No creo. Ahí la que tiene el desafío es la justicia. Se crearon salas de justicia y paz en la Fiscalía, ahí es donde tiene que responder la justicia.

Una cosa es terminar con el conflicto armado y otra alcanzar la paz. ¿Qué se necesita para lograr la paz?
Tiene que haber una verdadera inclusión social. Y se la voy a responder con una anécdota. Hace unos tres meses hice una reunión con 500 jóvenes en Ciudad Bolívar en Bogotá. Y les pregunté ¿para ustedes, qué es la paz? Y me dijeron: ‘La paz es cuando yo pueda ir a la universidad’.

¿Y cómo hacer esa inclusión social?
Ahí viene mi política social. Que parte de convertir la educación en la base de transformación de la sociedad. Una propuesta de educación pública muy ambiciosa, que se inicia con la implementación para nueve millones de estudiantes de colegios públicos, de la jornada escolar completa. Que estudien de 8 de la mañana a 4 de la tarde, con dos alimentos diarios gratuitos, con una actividad muy importante en deporte, cultura, aprendizaje de un segundo idioma. Y que logren salir de grado 11 con un título de técnico.

¿Qué hará contra el desempleo en jóvenes?
Muchos jóvenes no estudian porque tienen que trabajar, porque los padres no tienen empleo. Y hay dos problemas: la mala calidad del empleo y que la mitad del desempleo es de jóvenes. Los jóvenes no tienen ningún interés en educarse, porque la educación no les sirve para nada.
Tiene que haber un acompañamiento para recuperar dos sectores estratégicos: agropecuario e industrial. Representan el 70% del empleo. En educación, darles dos alimentos diarios a los jóvenes, a 9 millones de colombianos, vale 5 billones de pesos al año. Ese solo factor reactivará el sector agropecuario. Y mi propuesta es que sean los pequeños productores en cada departamento los que produzcan el alimento para los jóvenes. Si el joven inicia en grado 10 un ciclo de formación técnica, eso le va a dar buenos elementos.

¿Qué le cambiaría a lo hecho por Uribe?
Obviamente el país hoy tiene una problemática diferente. Mis enfoques por ejemplo en educación, el desarrollo de empleo regional…

¿Sí es diferenciador?
Total porque tengo una formación en la que no solo soy político sino que tengo una carrera empresarial. Me cabe cómo el país puede aumentar una base productiva, cómo se puede hacer un proceso exitoso en la economía global. Me tocó hacerlo como empresario. Yo sé por dónde se puede estimular la creación de empleo. Sé cómo se trabaja el poder local.

¿Qué es lo bueno de tener el respaldo del expresidente?
Me siento muy orgulloso de ser el candidato del uribismo. Me siento identificado con lo que ha sido el eje de doctrina del Centro Democrático.

¿Y lo malo?
Siempre miro las cosas buenas de la gente. Tengo un temperamento diferente. Soy un líder constructivo, de cabeza fría. No reacciono en caliente, analizo muy bien las cosas.

Hay políticos uribistas presos por parapolítica. ¿Cómo evitará que estén en su entorno?

Lo primero que tiene que haber es justicia. Lo que nos corresponde a todos es actuar sobre la verdad judicial. Lo segundo, un Estado que actúa bajo el respeto de la Constitución y la ley, necesariamente traza la frontera inmediata. Ese es el blindaje. Luego quienes estén en la ilegalidad, quienes hayan cometido faltas, pues tendrán que ser sancionados y castigados y ese será el proceder como le corresponde a cualquier Gobierno a cualquier instancia pública.

¿Cómo será el trabajo con los empresarios para ayudar a resolver el desempleo?
Creo mucho en la inversión como la base para crear condiciones de generación de empleo. Por eso planteo que los motores del crecimiento económico deben estar orientados hacia el sector agropecuario y el sector industrial. Son los sectores que hay que preparar para competir de manera exitosa frente a los tratados de libre comercio.

Es hacer la tarea al revés. Primero firman los TLC y luego piensan fortalecer sectores.
Hay un hecho creado: hay 12 TLC firmados. He dicho que no voy a firmar nuevos. Nos vamos a dedicar a perfeccionar los que ya firmamos. Hay que modernizar y transformar a los sectores que se van a afectar con la competencia para que puedan competir.

¿En el presupuesto de su gobierno, cuál es la prioridad?
Educación. Para el año 2015 adicionamos el presupuesto de educación en 7 billones de pesos. Eso es un punto del PIB. Y a partir del 2016, cada año, 0,25 más. Para llegar de aquí al 2020 a 2 puntos del PIB más en educación. A precios de hoy son 14 billones de pesos.

Con la ley 617 de ajuste fiscal los municipios ahorraron recursos para invertir en educación. Mejores colegios pero baja calidad educativa.
Es el enfoque del modelo de educación pública. La calidad, la formación de docentes, el tema de la jornada escolar completa es determinante. ¿Qué calidad le puede pedir a un joven que estudia cinco horas al día? Nada. No puede competir. La 617 establecía topes en endeudamiento. Hubo un saneamiento fiscal importante que permitió reducir drásticamente el nivel de deuda de entes territoriales.

Evalúan a los maestros, pero no hay estrategias luego de eso.
Un maestro cuya responsabilidad es enseñar inglés, tiene que ser bilingüe. Si no, no puede ser un buen profesor de inglés. Recuerdo lo que hizo Rafael Correa en Ecuador. Hizo una evaluación de los maestros para enseñar inglés y el 80% no lo pasó. No pueden ser profesores de inglés.

¿Le gusta Correa? Usted es de línea dura, pero ha destacado cosas de Venezuela y Ecuador.
De Venezuela lo único que he dicho bueno fueron las misiones. Sobre todo las primeras, que acabaron con el analfabetismo. El arte de gobernar es reconocer cosas buenas. Yo no estoy en esto por obsesiones.

¿Qué va a pasar con el manejo de regalías?
Hay que revisarlo en el sentido de que el afectar a las regiones donde se produce va a terminar quitándole incentivo a producir más. Entonces van a sufrir el resto de las regiones.

¿Cómo abordará el tema del Pacífico?
El martes santo estuve en Buenaventura. Presenté un plan de acción concreto que entregué a los líderes cívicos y al Obispo como garante. 'Por una Buenaventura distinta con justicia social'. Buenaventura tiene que ser vista como una ciudad puerto. El problema es que hasta ahora ha sido vista como un puerto. El puerto es próspero, pero la ciudad no. No nos sirve un puerto que maneja el 60 por ciento de la carga del país, con un desastre de ciudad. Si ese es el enfoque tiene que tener un segundo componente: debe ser el eje de integración del Pacífico.

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