Entrevista de ADN con Carlos Fernando Galán
¿Político por herencia o por convicción?
No se puede desligar una cosa de la otra. En mi casa me enseñaron que la política es la mejor herramienta para producir cambios en la sociedad si se utiliza bien. Por eso, al entenderla como servir a los demás para mejorar, me parece apasionante dedicarme al servicio público. Creo, además, que también formo parte de una generación que creció en medio de la violencia, de los problemas, pero con grandes esperanzas y potenciales. Y creo que esta generación tiene la capacidad de decirle al país que estamos listos para gobernarlo.
¿Tiene el respaldo de su familia?
La familia, y muchos sectores que acompañaron a Luis Carlos Galán en su trayectoria política, ven en este proyecto, que no es mío, sino colectivo, en el cual participan personas que trabajaron en el Nuevo Liberalismo, la ilusión de recuperar un poco esa mística, esa lucha de Luis Carlos Galán. Vemos que los riesgos y las amenazas al país son similares a las de la época que él vivió, pero eso, más que desestimular a la gente, de hacerla sentir que se puede repetir la historia, lo que hace es devolverle la esperanza que perdieron ese 18 de agosto.
¿Cuál es el principal problema de Bogotá?
Los problemas son infinitos, pero decirle a la ciudadanía que vamos a resolver todo en cuatro años es engañarla. Primero, hay que enfrentar la corrupción de manera contundente, hacer que la plata que pagan los bogotanos por impuestos se vea en resultados. Segundo, hay que recuperar la confianza de la gente en la administración, que sienta que la ciudad va por buen camino. Sin embargo, hay un tema que impacta todos los sectores: es la inseguridad.
¿Qué hacer para acabar con la inseguridad?
La inseguridad tiene desesperados a los bogotanos. Hay problemáticas de empleo graves, de educación. Pero, si hay algo urgente, muy urgente para el bogotano, es recuperar la tranquilidad en la ciudad.
¿Cuál es su propuesta?
La estrategia tiene tres elementos: fortalecimiento del cuerpo policivo y capacitación, además de entrenamiento de la fuerza para los problemas de Bogotá y depuración de la misma. Segundo, aprovechamiento de la tecnología para apoyar las acciones de la Policía. Y, tercero, la ciudadanía. Puede haber 50 mil policías o 10 mil cámaras de vigilancia, pero si la ciudadanía no es aliada de la seguridad en la lucha contra el delito en los barrios y las localidades, no seremos efectivos.
Pero, hoy la gente no confía en la autoridad...
Tenemos que lograr que la ciudadanía confie nuevamente en la autoridad. Para ello, debemos tomar medidas para luchar contra la corrupción que existe en la institución. Y también necesitamos que la gente entienda que hay falencias en el aparato judicial (que permiten la salida pronta del delincuente después de haber sido capturado) que no son atribuibles a la Policía.
¿Qué hacer para mejorar la movilidad?
Lo que Bogotá necesita es un sistema multimodal. No es solo con TransMilenio o con metro que vamos a solucionar el problema. Creo que al línea del metro debe ser el eje fundamental, como la columna vertebral del esquema. Y, para mí, la columna vertebral de Bogotá es la avenida Caracas. La infraestructura de estaciones y puentes se puede trasladar a otra troncal, que puede ser por la Boyacá o la 68, y no se pierde la inversión. El metro sería subterráno desde el sur hasta la calle 80 y de ahí hasta la 193, a nivel. Por la Séptima, el modelo más adecuado es el tranvía, porque no contamina, como sí lo hace TM, y no requiere la inversión en 300 predios como el otro sistema. Y un tercer elemento sería el metrocable para localidades con graves problemas de movilidad como Usaquén, Ciudad Bolíva y San Cristóbal.
¿Todo eso se puede hacer realidad?
El error aquí ha sido no planear a largo plazo, pensando enla ciudad que vamos a tener en 20 años. Siempre pensamos en políticas de gobierno, pero no en las de ciudad y eso es lo que nos lleva a los problemas que hoy tenemos. Eso es, precisamente, lo que yo me propongo solucionar como Alcalde Mayor de Bogotá en los próximos 4 años.
¿Tendrá alguna política en favor de la mujer?
La política pública de mujer no se puede limitar a un tema de abandono, de violencia intrafamiliar, porque eso es victimizar más a la mujer. Esta estrategia debe ser más amplia, tiene que ser una política transversal, si se tiene en cuenta que el 52 por ciento de la población de la ciudad está conformada por mujeres. Entonces, por ejemplo, en movilidad hay que diseñar políticas especiales para la mujer, porque en el transporte público enfrenta riesgos y amenazas distintas a las de los hombres. Eso debe ocurrir en las políticas que establezcan todas las secretarías distritales, para empezar a devolverle los derechos a esa población.
¿Qué acciones concretas propone?
Vamos a fortalecer las casas refugio para las mujeres maltratadas. Vamos a garantizar los derechos de la mujer en el transporte público con medidas policivas y de cultura ciudadana. Y yo me comprometo a que en mi administración haya una representación proporcional de la mujer, pero no solo en cuanto a la cantidad, sino especialmente que las que estén capacitadas ocupen cargos que ahora son exclusivos de los hombres.La ciudad necesita en estos momentos la energía, el entusiasmo y el ímpetu que tenemos los jóvenes para enfrentar los problemas. A mí me dicen que soy joven, y tienen toda la razón. Pero, ser joven no es defecto ni pecado. Lo más grave que ha tenido Bogotá en los últimos años es la desesperanza, la tristeza, la frustración por culpa de la corrupción. Lo que los jóvenes pedimos es que nos den la oportunidad de liderar la ciudad, y no tenemos miedo de asumir las riendas de ella.
No se puede desligar una cosa de la otra. En mi casa me enseñaron que la política es la mejor herramienta para producir cambios en la sociedad si se utiliza bien. Por eso, al entenderla como servir a los demás para mejorar, me parece apasionante dedicarme al servicio público. Creo, además, que también formo parte de una generación que creció en medio de la violencia, de los problemas, pero con grandes esperanzas y potenciales. Y creo que esta generación tiene la capacidad de decirle al país que estamos listos para gobernarlo.
¿Tiene el respaldo de su familia?
La familia, y muchos sectores que acompañaron a Luis Carlos Galán en su trayectoria política, ven en este proyecto, que no es mío, sino colectivo, en el cual participan personas que trabajaron en el Nuevo Liberalismo, la ilusión de recuperar un poco esa mística, esa lucha de Luis Carlos Galán. Vemos que los riesgos y las amenazas al país son similares a las de la época que él vivió, pero eso, más que desestimular a la gente, de hacerla sentir que se puede repetir la historia, lo que hace es devolverle la esperanza que perdieron ese 18 de agosto.
¿Cuál es el principal problema de Bogotá?
Los problemas son infinitos, pero decirle a la ciudadanía que vamos a resolver todo en cuatro años es engañarla. Primero, hay que enfrentar la corrupción de manera contundente, hacer que la plata que pagan los bogotanos por impuestos se vea en resultados. Segundo, hay que recuperar la confianza de la gente en la administración, que sienta que la ciudad va por buen camino. Sin embargo, hay un tema que impacta todos los sectores: es la inseguridad.
¿Qué hacer para acabar con la inseguridad?
La inseguridad tiene desesperados a los bogotanos. Hay problemáticas de empleo graves, de educación. Pero, si hay algo urgente, muy urgente para el bogotano, es recuperar la tranquilidad en la ciudad.
¿Cuál es su propuesta?
La estrategia tiene tres elementos: fortalecimiento del cuerpo policivo y capacitación, además de entrenamiento de la fuerza para los problemas de Bogotá y depuración de la misma. Segundo, aprovechamiento de la tecnología para apoyar las acciones de la Policía. Y, tercero, la ciudadanía. Puede haber 50 mil policías o 10 mil cámaras de vigilancia, pero si la ciudadanía no es aliada de la seguridad en la lucha contra el delito en los barrios y las localidades, no seremos efectivos.
Pero, hoy la gente no confía en la autoridad...
Tenemos que lograr que la ciudadanía confie nuevamente en la autoridad. Para ello, debemos tomar medidas para luchar contra la corrupción que existe en la institución. Y también necesitamos que la gente entienda que hay falencias en el aparato judicial (que permiten la salida pronta del delincuente después de haber sido capturado) que no son atribuibles a la Policía.
¿Qué hacer para mejorar la movilidad?
Lo que Bogotá necesita es un sistema multimodal. No es solo con TransMilenio o con metro que vamos a solucionar el problema. Creo que al línea del metro debe ser el eje fundamental, como la columna vertebral del esquema. Y, para mí, la columna vertebral de Bogotá es la avenida Caracas. La infraestructura de estaciones y puentes se puede trasladar a otra troncal, que puede ser por la Boyacá o la 68, y no se pierde la inversión. El metro sería subterráno desde el sur hasta la calle 80 y de ahí hasta la 193, a nivel. Por la Séptima, el modelo más adecuado es el tranvía, porque no contamina, como sí lo hace TM, y no requiere la inversión en 300 predios como el otro sistema. Y un tercer elemento sería el metrocable para localidades con graves problemas de movilidad como Usaquén, Ciudad Bolíva y San Cristóbal.
¿Todo eso se puede hacer realidad?
El error aquí ha sido no planear a largo plazo, pensando enla ciudad que vamos a tener en 20 años. Siempre pensamos en políticas de gobierno, pero no en las de ciudad y eso es lo que nos lleva a los problemas que hoy tenemos. Eso es, precisamente, lo que yo me propongo solucionar como Alcalde Mayor de Bogotá en los próximos 4 años.
¿Tendrá alguna política en favor de la mujer?
La política pública de mujer no se puede limitar a un tema de abandono, de violencia intrafamiliar, porque eso es victimizar más a la mujer. Esta estrategia debe ser más amplia, tiene que ser una política transversal, si se tiene en cuenta que el 52 por ciento de la población de la ciudad está conformada por mujeres. Entonces, por ejemplo, en movilidad hay que diseñar políticas especiales para la mujer, porque en el transporte público enfrenta riesgos y amenazas distintas a las de los hombres. Eso debe ocurrir en las políticas que establezcan todas las secretarías distritales, para empezar a devolverle los derechos a esa población.
¿Qué acciones concretas propone?
Vamos a fortalecer las casas refugio para las mujeres maltratadas. Vamos a garantizar los derechos de la mujer en el transporte público con medidas policivas y de cultura ciudadana. Y yo me comprometo a que en mi administración haya una representación proporcional de la mujer, pero no solo en cuanto a la cantidad, sino especialmente que las que estén capacitadas ocupen cargos que ahora son exclusivos de los hombres.La ciudad necesita en estos momentos la energía, el entusiasmo y el ímpetu que tenemos los jóvenes para enfrentar los problemas. A mí me dicen que soy joven, y tienen toda la razón. Pero, ser joven no es defecto ni pecado. Lo más grave que ha tenido Bogotá en los últimos años es la desesperanza, la tristeza, la frustración por culpa de la corrupción. Lo que los jóvenes pedimos es que nos den la oportunidad de liderar la ciudad, y no tenemos miedo de asumir las riendas de ella.
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