Entrevista de ADN con Gustavo Páez, candidato a la Alcaldía de Bogotá
Aunque pueda sonar a contradicción, el Partido de Integración Nacional (PIN), uno que ha estado en el ojo del huracán de los escándalos políticos, está representado por un pastor cristiano para la Alcaldía de Bogotá. ¿No es como tratar de unir agua y aceite?
Cuando el PIN decidió hacer una renovación partiendo desde Bogotá, nos invitó a nosotros, que teníamos el Movimiento Pacto. Llegué hace cuatro meses al partido y no puedo decir que voy a cambiar las cosas de la noche a la mañana. No conozco sus raíces, sé sus postulados porque los cobijé y ellos asumieron la propuesta de una ciudad gobernada bajo principios bíblicos aplicados a la administración pública.
Pero, todo eso termina perjudicándolo...
Soy el primero que dice que aquel que sea señalado por los organismos de control debe renunciar y apartarse del partido para no perjudicarlo. Además, he encontrado que la gente vota por personas, que se cansó de los partidos, que son un medio, no el destino. Todos los partidos tienen problemas, pero la gente tiene que ver cuál es la propuesta.
¿Bogotá puede ser gobernada por un pastor cristiano?
Por años, a los miembros de la Iglesia Católica se les ha señalado de brutos, de gente de segunda clase. Nosotros nos hemos preparado, somos un millón de cristianos, somos mil iglesias. Tengo unos principios como los tiene el católico, el Opus Dei, elmasón. Pero, voy a gobernar para la ciudad, no para el pueblo cristiano. Además, mis manos jamás han matado, jamás han robado, no tengo rabo de paja y me pueden investigar.
Si son un millón de personas, ¿dónde están esos votos?
Desde 1991, la Iglesia comenzó a participar en política. Nos dijeron que Iglesia por un lado y Estado, por otro. Pero, el Estado tiene y debe meterse cuando en la Iglesia hay algo para corregir. De hecho, legisla en la Iglesia: le impuso el plan de equipamiento de cultos, le reguló el volumen, le exige ambulancia a las salidas de los templos. Pero, el Estado se volvió corrupto y ahora la Iglesia debe proveer hombres con principios y valores que lo gobiernen.
¿Cuál es el principal problema de Bogotá?
La corrupción hizo metástasis, que no viene solo por Samuel Moreno. Mire usted que para echarle barro a alguien hay que untarse la mano. ¿Será que les quedaron mal? La corrupción empieza por la financiación de las campañas: una cuña en televisión, de 30 segundos, vale 30 millones de pesos. En una emisora, cuesta 140 mil pesos pasarla solo una vez. Multiplíquelo por 20 veces al día, por un mes, por 50 emisoras... ¿Por qué invierten 3 o 4 mil millones de pesos en las campañas? Ahí comienza todo.
¿Acabar la corrupción en 99 días es posible?
A lo que tú te acostumbras, jamás lo puedes cambiar. Bogotá se acostumbró a las mismas propuestas y no cambia. Los primeros 99 días de mi gobierno van a ser una lucha frontal contra los corruptos. En el día 100, le diré a la ciudad cuál fue el resultado de las investigaciones de Fiscalía, Procuraduría y Contraloría a los 48 mil funcionarios del Distrito.
¿Cómo garantizar la transparencia en la contratación?
No votando por los mismos de siempre. Ese es el mejor castigo que les podemos dar a esos bandidos. Vamos a crear lo que llamamos ‘Casa de cristal, cuentas claras’ en la contratación.
¿Habrá transparencia en su administración?
El primero de enero, voy a publicar mi declaración de renta, para que la gente vea cómo entré. Y cuando me vaya, la muestro otra vez, para que vean cómo salí. Voy a pedir a la Fiscalía que investigue a los funcionarios del Distrito, porque la corrupción no solo está en los mandos altos. Ahí hay puestos medios y bajos que están robando y nadie les dice algo.
¿Qué hará por la cultura ciudadana?
Para que vuelva a haber cultura ciudadana debemos romper las estructuras mentales que recibimos como herencias de nuestros ancestos, de que éramos un país subdesarrollado. Hay que empezar la formación en valores y principios en los colegios, con los niños. También hay que romper la estructura de la indiferencia, amar a Bogotá. Enseñarles a los jóvenes que las cosas de los demás se respetan, que lo ajeno no se toca. Necesitamos arrancar ese trabajo en la casa y pasar al colegio, la universidad, la universidad y la administración pública. ¿Qué ejemplo dan los políticos que están cuestionados y presos y que, lo peor, se vuelven a presentar para ser elegidos?
¿Qué puede esperarse de usted en el tema ambiental?
Usme debería ser un destino turístico de Bogotá: tiene 13 quebradas, cuatro lagunas, parque arqueológico y ecológico y es la puerta del Sumapaz. El 60 por ciento de Ciudad Bolívar es rural. En los cerros orientales, proponemos unos guías y guardabosques ambientales. Soy partidario de hacer senderos ecológicos, que uno pueda ir con la familia de ecoexcursión y acampar. Vamos a empezar una cátedra ambiental, para que los niños aprendan a querer el planeta, el agua, a respetar el suelo. A los humedales hay que protegerlos, porque se los está comiendo la empresa privada. Tenemos que respetar la creación de Dios, darle gracias por lo que nos dio.
Cuando el PIN decidió hacer una renovación partiendo desde Bogotá, nos invitó a nosotros, que teníamos el Movimiento Pacto. Llegué hace cuatro meses al partido y no puedo decir que voy a cambiar las cosas de la noche a la mañana. No conozco sus raíces, sé sus postulados porque los cobijé y ellos asumieron la propuesta de una ciudad gobernada bajo principios bíblicos aplicados a la administración pública.
Pero, todo eso termina perjudicándolo...
Soy el primero que dice que aquel que sea señalado por los organismos de control debe renunciar y apartarse del partido para no perjudicarlo. Además, he encontrado que la gente vota por personas, que se cansó de los partidos, que son un medio, no el destino. Todos los partidos tienen problemas, pero la gente tiene que ver cuál es la propuesta.
¿Bogotá puede ser gobernada por un pastor cristiano?
Por años, a los miembros de la Iglesia Católica se les ha señalado de brutos, de gente de segunda clase. Nosotros nos hemos preparado, somos un millón de cristianos, somos mil iglesias. Tengo unos principios como los tiene el católico, el Opus Dei, elmasón. Pero, voy a gobernar para la ciudad, no para el pueblo cristiano. Además, mis manos jamás han matado, jamás han robado, no tengo rabo de paja y me pueden investigar.
Si son un millón de personas, ¿dónde están esos votos?
Desde 1991, la Iglesia comenzó a participar en política. Nos dijeron que Iglesia por un lado y Estado, por otro. Pero, el Estado tiene y debe meterse cuando en la Iglesia hay algo para corregir. De hecho, legisla en la Iglesia: le impuso el plan de equipamiento de cultos, le reguló el volumen, le exige ambulancia a las salidas de los templos. Pero, el Estado se volvió corrupto y ahora la Iglesia debe proveer hombres con principios y valores que lo gobiernen.
¿Cuál es el principal problema de Bogotá?
La corrupción hizo metástasis, que no viene solo por Samuel Moreno. Mire usted que para echarle barro a alguien hay que untarse la mano. ¿Será que les quedaron mal? La corrupción empieza por la financiación de las campañas: una cuña en televisión, de 30 segundos, vale 30 millones de pesos. En una emisora, cuesta 140 mil pesos pasarla solo una vez. Multiplíquelo por 20 veces al día, por un mes, por 50 emisoras... ¿Por qué invierten 3 o 4 mil millones de pesos en las campañas? Ahí comienza todo.
¿Acabar la corrupción en 99 días es posible?
A lo que tú te acostumbras, jamás lo puedes cambiar. Bogotá se acostumbró a las mismas propuestas y no cambia. Los primeros 99 días de mi gobierno van a ser una lucha frontal contra los corruptos. En el día 100, le diré a la ciudad cuál fue el resultado de las investigaciones de Fiscalía, Procuraduría y Contraloría a los 48 mil funcionarios del Distrito.
¿Cómo garantizar la transparencia en la contratación?
No votando por los mismos de siempre. Ese es el mejor castigo que les podemos dar a esos bandidos. Vamos a crear lo que llamamos ‘Casa de cristal, cuentas claras’ en la contratación.
¿Habrá transparencia en su administración?
El primero de enero, voy a publicar mi declaración de renta, para que la gente vea cómo entré. Y cuando me vaya, la muestro otra vez, para que vean cómo salí. Voy a pedir a la Fiscalía que investigue a los funcionarios del Distrito, porque la corrupción no solo está en los mandos altos. Ahí hay puestos medios y bajos que están robando y nadie les dice algo.
¿Qué hará por la cultura ciudadana?
Para que vuelva a haber cultura ciudadana debemos romper las estructuras mentales que recibimos como herencias de nuestros ancestos, de que éramos un país subdesarrollado. Hay que empezar la formación en valores y principios en los colegios, con los niños. También hay que romper la estructura de la indiferencia, amar a Bogotá. Enseñarles a los jóvenes que las cosas de los demás se respetan, que lo ajeno no se toca. Necesitamos arrancar ese trabajo en la casa y pasar al colegio, la universidad, la universidad y la administración pública. ¿Qué ejemplo dan los políticos que están cuestionados y presos y que, lo peor, se vuelven a presentar para ser elegidos?
¿Qué puede esperarse de usted en el tema ambiental?
Usme debería ser un destino turístico de Bogotá: tiene 13 quebradas, cuatro lagunas, parque arqueológico y ecológico y es la puerta del Sumapaz. El 60 por ciento de Ciudad Bolívar es rural. En los cerros orientales, proponemos unos guías y guardabosques ambientales. Soy partidario de hacer senderos ecológicos, que uno pueda ir con la familia de ecoexcursión y acampar. Vamos a empezar una cátedra ambiental, para que los niños aprendan a querer el planeta, el agua, a respetar el suelo. A los humedales hay que protegerlos, porque se los está comiendo la empresa privada. Tenemos que respetar la creación de Dios, darle gracias por lo que nos dio.
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